Aristóteles pensaba que las auroras boreales e incluso las estrellas fugaces eran ejemplos del mismo tipo: exhalaciones procedentes del interior de la Tierra que se elevaban hacia las estrellas. Según él, los cometas sobrevivían hasta que todo el gas se había convertido en llama. Los nuevos cometas se debían a nuevas exhalaciones. Existía, por consiguiente, un equilibrio o un estado constante entre la producción y la destrucción de cometas visibles, idea que continúa siendo un elemento central para explicarlos. Aristóteles decía que el escaso número de cometas se explicaba porque la mayor parte de los vapores inflamables que escapaban de la Tierra servían para otros fines: para crear la banda continua de fuego llamada Vía Láctea. En cambio, Demócrito había llegado a la conclusión de que la Vía Láctea está compuesta por un enorme número de estrellas, tan lejanas que no podemos distinguirlas individualmente, respuesta que es exactamente la correcta.
El Cometa Carl Sagan Pdf Free
La hipótesis del banco de grava o de arena explicaba sin dificultad el hecho de que un cometa viejo pudiera desaparecer de repente dejando tras de sí una nube de partículas finas. El espectro de meteoros que se queman en la atmósfera terrestre demuestra la presencia de materiales como hierro, magnesio, aluminio y silicio, constituyentes típicos de las rocas terrestres. Si los meteoros estaban formados por material de roca y si los cometas a su vez estaban compuestos principalmente de meteoros, los cometas tenían que ser necesariamente un conjunto de rocas y piedras. En tal caso, qué eran la coma y la cola? Para explicarlas se postulaba que las partículas de arena estaban recubiertas por un sólido más volátil que se evaporaba al acercarse el enjambre al Sol. O quizá el calor extraía gases del interior de las piedras. Pero no se entendía muy bien que después de un solo paso alrededor del Sol pudieran quedar restos suficientes de este material, de la composición que fuera, si sólo formaba un delgado recubrimiento sobre un grano de arena, o si era un gas absorbido en la roca.
Una fracción importante de los cometas con órbitas bien comprobadas son cometas recuperados, vistos en alguna futura aproximación a la Tierra. Pero cómo podemos estar seguros de que vemos el mismo cometa que alguien observó años atrás? En general, el cometa carece de características distintivas que lo identifiquen; no lleva ni insignias de regimiento, ni tartán. Sin embargo, hay maneras de identificarlo. Se sigue el método pionero de Edmond Halley y se comparan las características orbitales del anterior cometa y del actual: su período, excentricidad, distancia al Sol en el perihelio e inclinación de la órbita, por ejemplo. 2ff7e9595c
Comments